Inicio de día raro, con el estómago hecho un pequeño nudo. Estampa desagradable la que me he encontrado en mi periplo habitual hacia el trabajo. El infortunio, el destino, como quiera que se llame se ha llevado por delante a una persona y la visión de ese cuerpo inerte, tapado y sangrante, ha provocado el nudo, que poco a poco se va deshaciendo.

Me rehago, porque si de algo somos capaces es de borrar de nuestra mente aquello que nos provoca una reacción incómoda.

En realidad, mi despertar ha sido dulce, agradable (aunque mi perro no haya movido la cola cuando he abierto la puerta de mi habitación, cosa poco habitual, porque a el sí que le desborda la alegría con sólo intuirme). Me costó dormir, lo confieso recurrí a unas pastillitas mágicas que me hunden en el más profundo de los sueños, pero me he despertado con unas bonitas palabras, me ha gustado leer lo que he encontrado, no porque haga las cosas esperando respuesta, si no, hace tiempo que hubiese dejado de hacer “tantas” cosas, más bien es porque me resulta  agradable saber que algo que expresas le hace sentir bien a alguien. Eso es bonito, ¿no?.

En la foto de hoy, detrás de tanta estructura cruzada aparece una luz, clara, inequívoca…

Sigo pensando en lo de mi perro, ¿que mosca le habrá picado hoy…? 

(Ya noy hay más cuenta hacia delante, se acabó eso de Día ...)

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