Los trenes ... son como las pequeñas cosas de la vida, que van y vienen. Las cosas grandes ( y aquí me refiero a importantes, esas que nos llenan mucho, mucho) vienen, pero generalmente se van para dejar sitio a otras nuevas "cosas grandes". El problema, a veces, es que a esas "cosas grandes" le acompañan personas que pegadas como están a esas cosas (léase grandes) pues se van con ellas. Y aquí es cuando nuestro sistema emocional empieza a hacer aguas porque no soporta ese ir y venir de las diferentes personas ...

Esto parece un trabalenguas, pero no es más que una reflexión que me lleva a concluir que ... es maravilloso que ocurran "cosas grandes".

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